Ante el aumento de los precios del consumo energético, ahora mas que nunca, las empresas trabajan por reducir su factura de la luz, lo que supone disminuir el consumo de energía necesario para la realización de su actividad comercial.
Cómo afrontar el coste que supone una mejora en la eficiencia energética
Pero una reducción del consumo energético implica la realización de ciertas mejoras, como la implantación de nuevos recursos sostenibles, el control del consumo de instalaciones concretas, como calderas o ascensores, o la implementación de nuevos sistemas tecnológicos, entre muchas otras. Toda una estrategia que supone un importante coste al que muchas empresas no pueden hacer frente y, por lo tanto, dejan de optar a una mejora en la eficiencia energética de sus negocios.
Con el objetivo de ayudar a salir de este círculo, y facilitar el camino hacia una eficiencia energética de las empresas, surgen los distintos planes de subvención para la optimización energética de los que ya pueden beneficiarse empresas y PYMES. Se trata de una serie de programas, planes y fondos que pretenden colaborar con las empresas en la mejora de su eficiencia energética.
Cómo puede afectar a las empresas el aumento de precios del consumo energético
La gran mayoría de empresas españolas han sufrido un impacto negativo ante esta última escalada de precios, pues el correcto desarrollo de sus actividades comerciales depende mayoritariamente del consumo de energía. Estas son algunas de las consecuencias del aumento de precios del consumo energético.
- Elevados costes operativos: Las empresas que consumen grandes cantidades de energía pueden ver cómo se incrementan sus costes operativos en proporción al aumento de los precios de la electricidad y gas natural. Sus facturas de energía aumentarán en proporción y, en consecuencia, disminuirán sus márgenes de beneficio.
- Reducción de la producción: Ante un aumento de los precios de la energía, algunas empresas pueden verse obligadas a reducir su producción o incluso cerrar temporalmente sus operaciones. Esto puede tener un impacto negativo en el empleo y la economía en general.
- Coste de inversión en tecnologías más eficientes: Algunas empresas pueden optar por invertir en tecnologías más eficientes para reducir su consumo energético y minimizar así el impacto de los precios más altos. Aunque puede representar un ahorro a largo plazo, esto suele requerir de una inversión significativa.
Cómo mejorar el consumo energético de tu negocio
Antes de tomar cualquier medida, es importante realizar una auditoría energética. Esto ayudará a determinar cuánta energía se está utilizando y en qué áreas se está produciendo el mayor consumo.
Al margen de las subvenciones y ayudas a las que pueden optar las empresas, existen una serie de acciones cotidianas, de coste más accesible, mediante las cuales se puede contribuir a un ahorro energético en los negocios. Estas son algunas de ellas.
- Mejora del aislamiento de los edificios: Una gran cantidad de energía se pierde a través de fugas de aire por ventanas y puertas mal selladas, techos y paredes mal aislados u otros problemas estructurales.
- Actualización de los equipos de iluminación: La sustitución de bombillas incandescentes por LED, por ejemplo, puede reducir significativamente la cantidad de energía que se consume para la iluminación. De manera similar, la actualización de equipos antiguos por otros más eficientes puede reducir el consumo de energía.
- Prácticas de eficiencia energética: Como apagar los equipos que no se están utilizando, regular la temperatura del aire acondicionado, y reducir la iluminación de áreas no utilizadas, pueden ayudar a reducir el consumo de energía en la empresa.
- Fomento de la conciencia entre los empleados: A través de la educación y la incentivación para el ahorro de energía, los empleados pueden aprender cómo reducir su consumo de energía y aplicar estas prácticas en el trabajo.